La nueva LAU y alquiler de habitaciones, una relación directamente proporcional

Desde que se aprobó la nueva LAU en Mayo del 2023, el efecto más visible es la retirada de miles de pisos de alquiler del mercado.

La oferta de pisos de alquiler ha caído a mínimos y los precios del alquiler han llegado a máximos.

El efecto de la nueva LAU ha sido justo el contrario de lo que perseguía el Gobierno.

Ahora bien, los propietarios han reorientado el alquiler de sus inmuebles hacia VUTs y hacia el alquiler del inmueble por habitaciones, regido por el Código Civil  y no por la LAU.

Según relata el portal Idealista, la oferta de habitaciones ha crecido un 42% en el último año ; el motivo es el explicado más arriba y esto ha supuesto un incremento también el precio de habitaciones de alquiler. Destacan Palma de Mallorca, Madrid y Barcelona con la mayor subida del precio de la habitación.

El paso para alquilar habitaciones

Para aquel propietario que se quiera pasar al alquiler por habitaciones de su inmueble, hay que matizar algunos puntos jurídicos y fiscales:

El alquiler de habitaciones no se rige por la LAU sino por el código civil; hay jurisprudencia sobrada al respecto que dice que una habitación de alquiler jamás puede ser considerada vivienda habitual al tener que compartir zonas comunes.

Además, el alquiler de habitaciones no goza de ninguna desgravación fiscal como sí lo hace el alquiler de pisos por la LAU.

Se puede afirmar que el alquiler de habitaciones tiene más seguridad jurídica a fecha de hoy que el alquiler de pisos completos. Además, la rentabilidad de un piso por habitaciones es sensiblemente superior que la de alquilar un piso completo.

Para terminar nuestra exposición, hay que destacar que el salón como tal está desapareciendo de pisos de alquiler por habitaciones: lo  convierten fácilmente en dos o más habitaciones adicionales de alquiler con su consiguiente incremento de rentabilidad. Las ventajas de convertir el salón en habitaciones no acaba ahí: con ello, eliminamos una zona común que puede dar lugar a conflictos. Pisos en Madrid o Barcelona de 150m2, se está compartimentando en 12 o más habitaciones, con 2 baños comunes en el pasillo a compartir por los inquilinos más la cocina de rigor.

Disminución de zonas comunes

Así, sólo tenemos como zona común la cocina y los baños, punto este último que suele dar lugar a conflictos por el abuso en las duchas.

De ahí, la importancia de controlar el uso de la ducha con temporizadores automáticos, evitando el abuso y las aglomeraciones en baños.

Rescisión de contratos en alquiler por habitaciones

Para aquel propietario de inmuebles que esté pensando en alquilarlo por habitaciones, éste ha de tener claro cuáles son los motivos por los que puede rescindir y echar al inquilino moroso. Son los siguientes:

¿Cuándo un propietario puede rescindir el contrato a un inquilino de la habitación?

Independientemente de si el contrato de alquiler está bajo el abrigo del Código Civil o de la LAU, existen unas cláusulas y condiciones que deben cumplirse. De lo contrario, el propietario podrá rescindir el contrato de arrendamiento.

Las causas más claras de rescisión de contrato a un inquilino son:

  • No pagar el alquiler: Igual que sucede con el arrendamiento de viviendas, no pagar la renta es motivo para que el propietario pueda rescindir de pleno derecho el contrato y echar al inquilino moroso.
  • Independientemente de si el contrato es por días, meses o años, la sola falta de pago de uno de estos periodos es motivo para finalizar el alquiler.
  • No pagar los suministros: que suelen ser agua, gas y electricidad. No pagar los suministros es motivo para echar al inquilino que no los pague. De ahí, que cada vez más propietarios pongan contadores de luz prepago para evitar estos sinsabores.
  • No cumplir con las reglas de convivencia y de descanso: respetar las normas de convivencia y de uso de los espacios comunes del piso, evitando causar molestias al resto de inquilinos.
  • Acceder a áreas comunes fuera de los horarios acordados o invadir habitaciones de otros residentes puede llevar a una expulsión inmediata. Además, es esencial evitar comportamientos perjudiciales para otros, como ruidos excesivos, acciones dañinas sobre la propiedad o actividades ilícitas, para mantener la paz y el buen ambiente en el piso compartido.
  • Poseer mascotas o fumar en la casa: Estas cláusulas suelen ser habituales en el alquiler de habitaciones. Si se firman en el contrato y se incumplen, se podrá echar al inquilino.
  • Subarrendar sin permiso: Que el inquilino de una habitación o de un piso compartido realquile su habitación u otra de la casa si no tiene el consentimiento expreso del propietario es motivo para rescindir el contrato y echarle. Si el contrato de alquiler está al amparo del Código Civil, podrá subarrendar si no se especifica lo contrario.

Cómo actuar en caso de que el inquilino se niegue a irse

Si el inquilino de una habitación no desea desalojarla, es esencial actuar conforme a la ley. El proceso para enfrentar esta situación es similar al de un inquilino que no quiere abandonar una vivienda completa. Éstos son los pasos a seguir:

  • Evita acciones por cuenta propia: Lo primero que se debe hacer es no actuar por impulso, sino con arreglo a la ley. Es crucial no intentar desalojar al inquilino por medios propios, como cambiar la cerradura o cortar los suministros, ya que esto podría ir en tu contra, con graves repercusiones penales y económicas.
  • Comunicación formal: Antes de tomar acciones legales, intenta comunicarte con el inquilino. En muchos casos, una conversación directa puede resolver el problema. Envíale un aviso por burofax indicando la fecha en que debe abandonar la propiedad o la cantidad que debe y el plazo para pagarla en el caso de que haya dejado de pagar la renta.
  • Comprueba cuáles son las condiciones del contrato de arrendamiento para asegurarte de que estás cumpliendo con los términos acordados y para verificar si el inquilino ha violado algún punto del mismo.
  • Asesoramiento jurídico: Si crees que el inquilino está incumpliendo el contrato y aún con todo sigue sin abandonar la habitación, es recomendable buscar un abogado especializado en derecho inmobiliario que pueda guiarte sobre los pasos a seguir.
  • Desalojo: Si no se logra llegar a un acuerdo con el inquilino, habrá que iniciar un procedimiento de desalojo por la vía civil. El procedimiento implica presentar una demanda en el juzgado competente y, una vez admitida, se notificará al inquilino sobre el procedimiento.
  • Esperar a la sentencia del juzgado: Una vez que inicies el proceso de desalojo, deberás esperar a que el juzgado tome una decisión. Si el juzgado falla a tu favor, se emitirá una orden de desalojo y, si es necesario, se puede solicitar la intervención de las autoridades para ejecutarla.

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